Un hombre de 37 años ha sido detenido por presunta corrupción de 13 chicas menores de edad a las que remitía imágenes pornográficas por la red de mensajería Whatsapp, según ha informado la Guardia Civil.

El presunto pederasta había conseguido los teléfonos móviles de las menores en redes sociales en las que los jóvenes suelen incluir información personal, tal como número de teléfono y fotografías personales.

"Esa información resulta esencial para los pederastas, dado que de esa forma pueden seleccionar a sus potenciales víctimas en razón a sus gustos personales", advierte la Guardia Civil.

El presunto corruptor simulaba tener entre 16 y 25 años de edad y enviaba fotografías de un joven que nada tenía que ver con él para conseguir así acercarse a las potenciales víctimas, con las que utilizaba frases con connotaciones pornográficas y les enviaba imágenes de sexo explícito.

La denominada "Operación Thays" comenzó en el verano de 2014, cuando el padre de una niña de 11 años denunció en Tenerife que su hija estaba recibiendo por Whatsapp imágenes pornográficas explícitas procedentes de un número de teléfono desconocido.

Los investigadores, con mandamientos judiciales, averiguaron el nombre del titular y usuario de ese teléfono, residente en la provincia de Córdoba, y lo detuvieron.

En los dos teléfonos móviles que tenía en su poder, la Guardia Civil encontró las fotografías enviadas a la menor de Tenerife, pero además se localizaron gran cantidad de conversaciones de Whatsapp con imágenes de contenido pornográfico, según la misma fuente.

Aparentemente, los interlocutores del detenido parecían menores de edad por lo que se realizó un exhaustivo análisis de cada conversación y se seleccionaron dieciséis comunicaciones.

De nuevo se solicitaron mandamientos judiciales para identificar a los titulares de esos teléfonos, en distintas provincias españolas, y se determinó que doce eran menores.

La Guardia Civil ha insistido en que este tipo de delitos, parecidos a lo que se conoce como Grooming, se caracteriza por adultos que se ganan progresivamente la confianza de menores para posteriormente utilizar material pornográfico, pedirles su participación en actos de naturaleza sexual e incluso promover encuentros personales.

La operación ha sido desarrollada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife, en colaboración con otras Unidades de Policía Judicial del Cuerpo de las provincias de Córdoba, Madrid, Murcia, Huesca, Almería, Cádiz, Baleares, Valencia, Lleida, Alicante y Granada.