Las pesquisas de la Guardia Civil y de la Policía Nacional comienzan a dar sus frutos en relación con la muerte violenta de Raimundo Toledo, el empresario propietario de la gasolinera ubicada a la salida de la carretera de El Médano, en Tenerife. Ayer, una mujer era detenida por su supuesta implicación en estos hechos, según fuentes del Instituto Armado. Debido al secreto del sumario muy poco se ha podido conocer, salvo que, al parecer, se trata de la propietaria de un turismo implicado en estos hechos.

Desde un primer momento los investigadores enlazaron el secuestro de una persona en la confluencia de las calles Enrique Wolfson con Horacio Nelson con el cadáver que apareció en el maletero del turismo calcinado el martes en San Miguel de Abona.

Todas las sospechan de la autoría material giran sobre un conocido delincuente que tiene como firma el "el emplear una violencia inusitada sobre su víctima, lo que lleva a que esta pronto acceda a sus pretensiones". Este maleante se ha rodeado de un grupo de cómplices muy violentos a los cuales parece importarles poco la vida ajena.

Sin embargo, probablemente a los delincuentes se les fue la mano y la víctima pereció cuando la torturaban por lo que decidieron desprenderse del cadáver del empresario.