Un centenar de efectivos de la Guardia Civil permanecen en Roquetas de Mar, cerca de la calle en la que el viernes fue encontrado muerto un varón de 42 años, de Guinea Bissau, apuñalado durante una discusión de tráfico, para velar por la seguridad tras los altercados registrados tras el suceso.

Así lo indicó el coronel Francisco Jiménez, de la Comandancia de Almería, durante una visita al lugar, vigilado por un dispositivo en el que participan agentes de la provincia y de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil procedentes de Sevilla y Valencia, que en breve recibirán refuerzos de Madrid.

El alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat, aseguró ayer que los hechos que desembocaron en una muerte "no responden a un problema de integración" y los calificó de "aislados".

Amat explicó que la mañana de ayer estuvo "recorriendo toda la zona, al igual que el viernes, y ya el sábado se quedó todo controlado y ayer el barrio estaba en calma" y recordó que ahí reside "la mayoría de la población inmigrante" del municipio. "Hay que tener en cuenta que en Roquetas conviven 110 nacionalidades", afirmó el primer edil, defendiendo acto seguido que "no se puede criminalizar a un colectivo por un hecho puntual". Igualmente, el alcalde indicó que también pudo reunirse con "familiares y compañeros de la persona fallecida".