Las tormentas y tornados que arrasan el sur de Estados Unidos desde hace ya una semana causaron al menos 23 fallecidos, al sumar las 11 nuevas víctimas registradas el pasado sábado en Dallas, según diversas fuentes citadas por medios locales.

Estos tornados y las posteriores tormentas dejaron por lo menos 11 muertos y centenares de viviendas afectadas, algunas incluso destruidas, según las autoridades.

La población más golpeada fue Garland, al noreste del área metropolitana de Dallas, donde perdieron la vida ocho personas en un accidente múltiple de tráfico causado por un tornado en el que se vieron involucrados 12 vehículos.

Otras 15 personas fueron trasladadas en ambulancias desde el lugar del impacto, en la autopista interestatal I30, a hospitales de la zona, según explicó el agente Pedro Barineau, portavoz de la policía de Garland en rueda de prensa.

Los equipos de emergencia y los residentes de este suburbio trabajaban bajo una intensa lluvia para reparar los daños de los tornados mientras se suceden nuevas alertas de tornado e inundaciones y los meteorólogos auguraban vientos y una tormenta de agua y nieve para ayer.

El paso de los tornados por Garland dejó un paisaje devastador con cerca de 600 viviendas con daños o destruidas, además de 60 personas heridas. "Fue una destrucción total el día después de Navidad, es horrible", apuntó Barineau. Las autoridades buscan a personas atrapadas bajo los escombros aunque no hay reportes de desaparecidos por el momento, además recomiendan a los habitantes de la zona no salir de sus casas y evitar el uso de vehículos.

El único tornado de esta escala registrado en la zona de Dallas había sucedido en 1927 y dejó 15 muertos a su paso.

Las otras tres muertes se registraron en el condado de Collin, también al noreste de Dallas: dos personas fallecieron en Copeville cuando un tornado arrasó la gasolinera en la que estaban estacionados, mientras que un menor murió en Blue Ridge sin que hayan trascendido más detalles.