El presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció ayer la captura del narcotraficante más buscado del mundo, Joaquín el Chapo Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, que estaba prófugo de la justicia tras huir por segunda vez de una cárcel de máxima seguridad el 11 de julio pasado. "Misión cumplida: lo tenemos. Quiero informar a los mexicanos que Joaquín Guzmán Loera ha sido detenido", anunció Peña Nieto en su cuenta de la red social Twitter, aunque no detalla dónde ni en qué momento fue detenido.

"Mi reconocimiento al Gabinete de Seguridad del Gobierno de la República por este importante logro en favor del Estado de Derecho en México", agregó.

La detención de Guzmán se produjo en una operación de la Secretaría de Marina (Semar) en el estado noroccidental de Sinaloa, cuna de Guzmán y de los más famosos narcotraficantes mexicanos, efectuada la pasada madrugada.

El resultado de la operación, que tuvo como escenario la localidad de Los Mochis, había sido anunciado en un comunicado este viernes por la Semar.

Se saldó con cinco delincuentes muertos, seis detenidos y un marino herido, aunque este último "se encuentra fuera de peligro".

Según el boletín de la Semar, "personal de Infantería de Marina fue agredido con disparos de armas de fuego por presuntos integrantes de la delincuencia organizada" en un domicilio al que se acercaron tras recibir una denuncia ciudadana "donde se señalaba que en un domicilio se encontraban personas armadas".

"Cabe destacar que se tuvo conocimiento de que en el citado lugar se encontraba Orso Iván Gastelum Cruz, presunto jefe de la zona norte de Sinaloa de una organización delictiva que opera en el área, mismo que logró darse a la fuga", sostiene el comunicado.

Como resultado de esta acción fueron incautados "cuatro vehículos (dos de ellos blindados), 8 armas largas, una arma corta, cargadores y municiones que por sus características balísticas son de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas", así como "un tubo lanzacohetes con dos cargas".

Guzmán fue capturado en 1993 en Guatemala y, tras ser condenado a 21 años, se fugó por primera vez de un penal de máxima seguridad (Puente Grande, estado occidental de Jalisco) en 2001.

Tras se detenido de nuevo a principios de 2014, en una acción que fue considerada el mayor golpe asestado al narcotráfico en México en una década, fue recluido en el penal de Almoloya de Juárez, en el estado de México (centro del país).

El pasado 11 de julio se escapó de su celda en esa prisión por un túnel de 1,5 kilómetros de distancia hasta una casa en las afueras del presidio. Según EEUU, el Chapo es uno de los narcotraficantes que más droga ha hecho circular dentro del país y, por ello, tiene varias cuentas pendientes en tribunales federales de Arizona, Texas, California, Illinois, Florida y Nueva York, donde enfrenta decenas de cargos por narcotráfico y lavado de dinero. Su perfil es tan notorio, que la DEA lo incluyó el pasado 16 de julio en su lista de fugitivos y las autoridades habían ofrecido por información que llevara a su captura una recompensa de 5 millones de dólares.

Por otro lado, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, expresó en su cuenta de Twitter el "reconocimiento" del organismo al presidente de México, Enrique Peña Nieto, por "tan importante logro para el Estado mexicano".