El equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Puerto de la Cruz, en Tenerife, junto con fuerzas del puesto de Icod de los Vinos y la Policía Local, buscaban ayer intensamente a un joven, como supuesto autor de la muerte a golpes y apuñalamiento de un hombre de 66 años, vecino de la ciudad del Drago, Salvador Luis González, conocido como el Carnicero, ya que tenía dos establecimiento dedicados a estos menesteres en la calle Key Muñoz y en La Centinela. La víctima apareció con el cráneo destrozado a golpes y con varias puñaladas, según el Instituto Armado. Los hechos sucedieron en el interior del domicilio de Salvador Luis, que había enviudado hace un año y medio, en la zona de El Mayorazgo, y la muerte debió de ocurrir después de las 15 horas.

Fue uno de los nietos la persona que alertó al Cecoes del Gobierno de Canarias que, a su vez, dio aviso a la Policía Local. Estos se desplazaron hasta el lugar y comprobaron que en su interior yacía el cuerpo rodeado de un gran charco de sangre, por lo que de inmediato avisaron a la Benemérita y al Servicio de Urgencias Canario (SUC), que acudió con una ambulancia y el facultativo del centro de salud, que confirmó el fallecimiento. Los agentes acordonaron el domicilio y custodiaron el cuerpo hasta la llegada de la Policía Judicial.

La víctima era un persona muy conocida en Icod, donde regentaba una carnicería en la calle Key Muñoz, esquina Siervo de Dios y uno de sus hijos ha continuado con el negocio familiar en Garachico. Uno de los testigos facilitó información acerca de la huida a la carrera de un joven que iba vestido con una sudadera y portaba una mochila al hombro, por lo que con esos datos varias patrullas se lanzaron a su caza y captura.

Fuentes policiales manifestaron que podría tratarse de un amigo de una de las nietas del fallecido, un menor de edad, con el que se relacionó a través de Internet y que vino desde la Península. Salvador era ampliamente conocido en el pueblo, y su muerte cayó ayer como un mazazo, ya que no se le conocía enemistad con ninguna persona. Además, gozaba de una situación económica desahogada.

En cuanto al móvil, se descartaba como principal el robo y que la víctima sorprendiese a su asesino en el domicilio con el que forcejó y este acabó con su vida por temor a ser identificado, ya que en principio los familiares no echaron en falta nada de valor ni tampoco la vivienda presentaba señales de haber sido forzada. Por ello, se inclinaban por una venganza, al sentirse rechazado por los familiares de su nieta.

El principal sospechoso, que al parecer actuó solo, no había sido localizado. Se trata de S. D. G., de 1,60-1,65 metros de estatura, complexión gruesa, moreno, con barba y que vestía una sudadera de color oscuro, pantalones vaqueros azules, calzado deportivo azul claro de dos tonos de marca desconocida y que estaría implicado en el homicidio.

Los investigadores encontraron un palo manchado de sangre, con el que se supone que el autor golpeó con saña a su víctima. El caso está bajo secreto sumarial.