La tranquilidad del pueblo lanzaroteño de La Florida, en el municipio de San Bartolomé, se vio alterada ayer tras el violento asalto de una vivienda por parte de "un grupo de entre tres y seis personas que se hicieron pasar por guardias civiles", según el relato de las víctimas a la Policía Local, que acudió en primer término al domicilio de la pareja que fue agredida, y a la Benemérita, que se ha hecho cargo de la investigación a través de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Costa Teguise.

Los hechos se produjeron en torno a las ocho de la mañana cuando los falsos guardias civiles, con la cabeza cubierta, se personaron en la casa y se presentaron como agentes contra el blanqueo de capitales, por lo que iban en busca de una supuesta caja fuerte con dinero en el interior del inmueble.

Cuando la mujer regresó a su hogar tras dejar a su hijo en el colegio, se encontró que su marido había sido golpeado y estaba maniatado y desnudo con heridas en la cabeza y otras partes del cuerpo.

Su estado es grave, por lo que sobre las 18.30 horas de este lunes fue trasladado en helicóptero al hospital Doctor Negrín, en Las Palmas de Gran Canaria, confirmaron desde el hospital Doctor José Molina Orosa, en Arrecife, donde permanecía ingresado. Algunas fuentes apuntaron que además de los golpes pudo recibir descargas eléctricas. "Ha sido una tortura por lo que tuvo que pasar el hombre", manifestaron. Las iniciales del varón son J.A.P. y trabajó como carpintero, apuntaron fuentes del Ayuntamiento de San Bartolomé, quienes añadieron que, en principio, el estado de la mujer no reviste gravedad. La señora también fue maniatada como medida de presión por parte de los ladrones para que les entregara objetos de valor.

Los asaltantes huyeron en el coche de la mujer. La Guardia Civil los acusa de los delitos de usurpación de funciones, robo y hurto, uso de vehículo, detención ilegal y robo con violencia. La Guardia Civil advierte de que una entrada y registro en domicilio se realiza con una autorización por escrito y, como mínimo, por una pareja debidamente uniformada. El consistorio de San Bartolomé considera que lo sucedido es "un susto aislado" y que "lo importante es la mejora de las víctimas y la detención de los ladrones".