El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y la Unidad de Urbanismo y Medio Ambiente de la Policía Local de Agüimes han denunciado a un vecino de Cruce de Arinaga por un presunto delito de maltrato animal.

Los agentes actuantes, tras tener conocimiento de que una veintena de perros se encontraban en unas precarias condiciones higiénico-sanitarias en la zona de Piletas (La Goleta), realizaron una visita a la instalación, edificada con material de desecho, y en la que malvivían varios canes de diversas razas sin el correspondiente y obligatorio microchip, algunos de ellos catalogados como potencialmente peligrosos, sin comida ni agua y recostados, en algunos casos, sobre sus propios excrementos.

Durante la inspección, los agentes del Seprona y de la Policía Local de Agüimes no pudieron localizar en el lugar al propietario de los animales, por lo que procedieron a consultar los datos de la propiedad del recinto en el Catastro. Una vez identificado el titular de la instalación, este reconoció ser el propietario de los perros y alegó que no podía atenderlos ni mantenerlos, por lo que se procedió a la retirada de seis de ellos, los que en peor estado se encontraban, a la Perrera Municipal de Agüimes y dejar otros ocho a su cargo bajo el aviso del tratamiento que debía darles y con un constante seguimiento por parte de los agentes.

Del resto de los animales inspeccionados, siete perros de caza que se encontraban en una zona cercana y propiedad de otra persona, se pudo comprobar que cinco estaban registrados mediante microchip y que los otros dos estaban en proceso de darles el alta correspondiente.