Veintiún miembros del clan de la Camorra Nuvoletta se enfrentan cada uno a diez años de cárcel por asociación ilícita y blanqueo de capitales mediante actividades inmobiliarias y de hostelería en Canarias, donde actuaban desde el final de la década de los 90. Para uno de ellos, Vicenzo Panico, el fiscal solicita además otro año y nueve meses de prisión por tenencia ilícita de armas, según las conclusiones de la Fiscalía Anticorrupción.

Los acusados, entre ellos Giuseppe Polverino, O Barone, uno de los principales capos de la Camorra en España y extraditado a Italia después de haber sido arrestado en Jerez de la Frontera (Cádiz) en 2012, tendrán que declarar en el juicio que hoy comienza en la Audiencia Nacional. No lo hará Giuseppe Felaco, conocido como Peppe Nazzaro, ya fallecido, quien llegó a controlar las inversiones de los clanes camorristas en Canarias, en especial en Tenerife.

Recuerda el fiscal que el clan Nuvoletta ha enviado desde hace años a España a varios representantes para encargarse de sus intereses personales y económicos. Su principal territorio en Italia es la ciudad de Marano, en Nápoles, y a pesar de que sus líderes originarios ya han fallecido o están en la cárcel, mantiene su estructura de funcionamiento similar a la mafia siciliana, con la que mantiene "fuertes vínculos". Aliado con los subclanes Nettuno y Polverino, el Nuvoletta se ha dedicado al tráfico de drogas, sobre todo hachís desde Marruecos pasando por España para distribuirlo en Italia, así como a las estafas y extorsiones en la construcción y al control de operaciones hoteleras, ajustes de cuentas y disputas con clanes rivales.