Una mujer de 50 años falleció ayer en Bilbao tras precipitarse desde la ventana de su vivienda, donde agentes de la Ertzaintza encontraron a su pareja, un hombre de 55 años, con un cuchillo clavado en la tripa y otra herida de arma blanca en el abdomen. Según el departamento vasco de seguridad, los primeros indicios de la investigación policial descartan que se trate de un caso de violencia de género y apartan también la hipótesis de la participación de terceras personas en estos hechos.

El suceso ha ocurrido a las doce menos veinte de la mañana a la altura del número 25 de la calle Gárate, en el barrio de Txurdinaga, en Bilbao. La mujer fallecida y el hombre encontrado herido en el piso, eran pareja, según ha indicado la Ertzaintza.

La policía ha recibido el aviso de que una vecina del inmueble de 50 años se encontraba tirada en una ladera colindante al edificio de su vivienda, muerta al parecer, tras caer desde una ventana.

Cuando la patrulla ha accedido al piso desde el cual la mujer ha caído, se ha encontrado en el interior con la pareja de la fallecida, un varón de 55 años, con un cuchillo clavado en la tripa.

La Ertzaintza ha iniciado una investigación para aclarar las causas del suceso y, de momento mantiene abiertas todas las hipótesis sobre el caso.

Al lugar han acudido ambulancias, la policía científica y la comitiva judicial para trasladar al herido, intentar aclarar lo ocurrido y levantar el cadáver.

El varón herido ha sido evacuado al hospital de Basurto, donde esta tarde ha sido intervenido quirúrgicamente de la herida causada por el arma blanca.

Hacia las 15.00 horas se ha realizado el levantamiento del cadáver que ha sido trasladado al servicio de patología forense de Bilbao para realizar la correspondiente autopsia.

El departamento vasco de Seguridad ha señalado que los primeros datos de la investigación policial indican que el suceso ha ocurrido entre la pareja, es decir, que no hay terceras personas implicadas.

Además, ha explicado que a la Ertzaintza no le consta que entre el hombre y la fallecida hubiera habido denuncias por episodios violentos previos, ni órdenes judiciales de alejamiento o de protección.