No estaban claras las causas de su muerte, pero la autopsia al final demostró que no falleció de una ingesta de tunos indios como se pensaba. La víctima, un varón, murió tras supuestamente inyectarse con una jeringa un herbicida.

Los hechos sucedieron la semana pasada pero se conocieron ayer cuando los resultados del médico forense llegaron a manos de la Guardia Civil.

La víctima falleció en el municipio tinerfeño de Santiago del Teide, pero algo no debió de terminar de convencer a los agentes que trasladaron sus sospechas al forense que esta de guardia el día en que fue localizado su cuerpo. En el lugar fueron halladas dos jeringuillas. Una estaba vacía y limpia, mientras que la otra contenía restos de un herbicida.