Un fuerte terremoto de 6,4 grados en la escala de Richter, sacudió ayer la ciudad sureña de Tainan, al sur de Taiwán, dejando al menos 14 muertos, 484 heridos (una veintena de gravedad) y más de 150 desaparecidos atrapados bajo los escombros.

La tragedia se produce casi en la víspera de su mayor festividad anual, la del Año Nuevo Lunar. La mayoría de las víctimas mortales, once, incluida una niña de solo diez días, sehallaban en el edificio Weiguan Jinlong de Tainan, del que se rescataron ya 258 personas, según datos del Servicio Nacional de Emergencias, pero donde varios vecinos aseguran que aún están sus familiares. Los datos más pesimistas del gobierno local indican que aún podría haber hasta un centenar de personas atrapadas en ese inmueble de 17 plantas, el más afectado entre los 14 derrumbados o dañados por el seísmo de 6,4 grados en la escala de Richter.

Mientras, continuaban las tareas de los equipos rescate, dificultadas por la falta de luz natural al caer la noche, el frío y el peligro de explosiones. Frente al edificio Weiguan se asistió ayer a escenas de alegría, como la de una mujer que presenció emocionada el rescate de su esposo, y también a muchas de angustia, como el caso de una madre rescatada sin sus dos hijos que imploraba ir en su búsqueda. El rescate de un niño de siete años fue gracias al maullido de su gato, que alertó a los bomberos.