Tito Fleitas, dueño del restaurante Sibora y las cabañas de Fontanales

Las personas que le conocían recuerdan que era una persona muy emprendedora. Desde joven apostó por el mundo de la hostelería, logrando un gran éxito con sus bailes. Con el tiempo construyó unas cabaña de madera como destino vacacional, muy alejada de los tradiciones estilos de hospedaje grancanarios, para lo que trajo a los propios montadores desde Brasil. Pero también era un gran relaciones públicas, que le sirvió para que algunos le confiaran la venta de casas y terrenos por el pueblo.

El alcalde de Moya, Poli Suárez, resaltaba ayer que Tito fue siempre un hombre que creyó en su pueblo. Y que desde joven fue uno de los impulsores de la oferta de ocio en la comarca. En este sentido, destacó su promoción de bailes en el Sibora, que llevaba a numerosas personas de toda la Isla hasta las Medianías, a pesar de la distancia. De la misma forma, también contrató a grupos de música de primer nivel de la época, y no sólo de la Isla, dando también su oportunidad a principiantes que se labraron un nombre. "Mimó siempre al cliente. Y eso le permitió que el Sibora fuera un referente gastronómico y de ocio del Norte", añade el regidor.

En un paso más en su aventura empresarial, se volcó en que Fontanales fuera un destino turístico rural de primer nivel. Y hace algo más de una década puso en pie las cabañas, en un modelo innovador y rompedor. Hoy están casi siempre ocupadas.

Su familia se ha involucrado también en estos años en el negocio, aportando un aire joven. Tito estaba casado con Paulina Navarro, y tiene cinco hijos: Fátima, Ester, Víctor, Adelaida y Rosa.

El empresario había luchado contra una larga enfermedad.

Tito Fleitas será incinerado hoy a las 20.30 horas en el tanatorio San Miguel, en la urbanización industrial Las Torres, en Las Palmas de Gran Canaria, donde se encuentra instalada su capilla ardiente. El funeral se celebrará en la parroquia de San Bartolomé de Fontanales el miércoles de la próxima semana, a las 19 horas.