La Guardia Civil ha detenido a diez acusados de formar "una violenta organización criminal" dedicada al tráfico de drogas en Gran Canaria, Tenerife y Lanzarote que llegó a secuestrar y maltratar a uno de sus miembros por quedarse 800 kilos de hachís, según ha anunciado este viernes.

En esta operación, han sido intervenidos 370 kilos de hachís, un camión con doble fondo para ocultar droga, un turismo de gama alta, tres embarcaciones, dinero y material informático, telefónico y audiovisual.

Además, se logró evitar que la organización lograra secuestrar y torturar nuevamente al hombre al que había maltratado, que había conseguido escapar.

Los supuestos miembros de la banda están acusados de delitos contra la salud pública, detención ilegal, blanqueo de capitales y organización criminal, se detalla en un comunicado de la Dirección General de la Guardia Civil.

El Instituto Armado destaca que los detenidos, residentes en las islas de Tenerife y Lanzarote, "formaban una organización perfectamente estructurada y jerarquizada dedicada a la adquisición, introducción y comercio de estupefacientes en el mercado ilícito del archipiélago Canario, blanqueando sus beneficios en franquicias relacionadas con la hostelería".

Y subraya además que en el transcurso de la operación, denominada "Corraliza", se averiguó que el cabecilla del grupo, junto con algunos de sus hombres, había secuestrado y agredido a otro miembro de la red por haberse apropiado de 800 kilos de hachís y que, después de que este consiguiera huir de sus captores, planeaba volverle a raptar para obligarle a devolver la droga.

Esos planes, unidos al hecho de que los agentes que investigaban a los integrantes de la banda pudieron constatar que en fechas próximas pretendían introducir en Canarias una importante cantidad de hachís utilizando una embarcación procedente de Marruecos, determinó que se acelerara la operación, deteniendo a los imputados y efectuando nueve registros domiciliarios, se agrega en la nota.

La Guardia Civil precisa que esta investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Arrecife (Lanzarote), ha sido llevada a cabo por efectivos del Equipo Contra el Crimen Organizado de su Unidad Central Operativa, con sede en Canarias, apoyados por otras de sus unidades de Lanzarote.