El motín en el penal mexicano de Topo Chico, en la zona metropolitana de Monterrey, que concluyó con unos 60 fallecidos es uno de los más graves de Latinoamérica en los últimos 30 años. El suceso se inició por un intento de fuga organizado por presos que pertenecen la banda criminal Los Zetas después de que se les quitará el control interno del recinto penitenciario. El asalto sólo se controló a las 1.30 horas, según las autoridades locales.