El pasado día 10 falleció Vicente Fleitas Vega, al que conocíamos como Tito, uno de los personajes de Fontanales más conocidos y estimados, como lo demuestra la cantidad de amigos y vecinos que desfilaron por el tanatorio San Miguel, para testimoniar a su familia su más sentido pesar. Este es el segundo hijo de Maestro Paco Fleitas y de Celedonia Vega que se nos va, en poco tiempo, tal vez con cierto adelanto, pues, tanto Tito como Marcelino merecían vivir más y disfrutar de sus familias y de los beneficios de sus respectivos trabajos. Nunca llega uno a entender los designios que nos depara nuestro paso por este mundo.

Hoy, su esposa, Paulina Navarro, sus hijos Fátima, Ester, Víctor, Adelaida y Rosa Delia, así como sus hermanos Pepe Juan, Blanca Rosa, Carmelo, Teresita y Genoveva, sienten el desconsuelo de no poder tenerlo más a su lado, aunque estará siempre en el recuerdo.

Tito tenía un buena visión para los negocios e instaló en Fontanales un buen restaurante -el Sibora- con amplios comedores, y también una sala que era bien conocida por sus excelentes bailes, especialmente en la comarca Norte, aunque yo diría que también en toda la Isla, en la que solían actuar las mejores orquestas dedicadas a estos espectáculos. En el restaurante se organizaban banquetes de boda, bautizos, conmemoracio-nes de todo tipo, y los turistas que pasaban en grupo por el pueblo se detenían también para disfrutar de sus exquisitas comidas, en las que se integraba también la cocina típica canaria.

Es una empresa familiar en la que también participaban sus hijos e hijas, y que supongo que continuarán ahora, siguiendo esa estela de calidad, compromiso y prestigio que su padre trazó.

Tito también diversificó su trabajo y servía de intermediario en la compraventa de terrenos o de inmuebles. Tenemos que recordar que cuando se inauguró la nueva iglesia parroquial de Fontanales, Tito Fleitas, dada su generosidad, fue uno de los feligreses que hicieron donativos para adornarla y embellecerla.

En su restaurante Sibora celebramos en 2007 el memorable encuentro en el que se reunieron descendientes de mi bisabuelo, Juan Antonio Castellano Yanes, más conocido como el Indiano Juan Castellano, que procreó 33 hijos.

Aparte de acudir los que vivían en Gran Canaria, llegaron otros que residían en otras islas, en Argentina o en Cuba, a los que tuvimos el gusto de saludar y conocer.

Hasta hace bien poco existía también otro restaurante, llamado Fontanales, que pertenecía a su hermano Pepe Juan Fleitas, otro emprendedor que apostó por el desarrollo de su pueblo natal.

Su hermano Marcelino trabajó durante muchos años para la compañía Molina, como distribuidor de aguas.

El próximo miércoles, día 17, se celebrará en la parroquia de San Bartolomé de Fontanales un funeral por el alma de Tito Fleitas, a las siete de la tarde. Descanse en paz.