Esta vez sus andanzas duraron poco tiempo. Agentes del Cuerpo General de la Policía Canaria detuvieron en la mañana de ayer a Hipólito Félix Rodríguez Ramos, de 59 años de edad, el cual supuestamente timó la semana pasada a un vecino de Güímar al que pidió 300 euros por la compra de un coche, un Ford Fiesta, que la Policía Local de Candelaria había retirado de la vía pública y que se encontraba en el depósito municipal.

El Grupo de Información y Apoyo a la Seguridad (GIAS) localizó al reseñado, que estaba reclamado por diversos juzgados.

Según este cuerpo policial, el detenido, con una veintena de procedimientos judiciales abiertos por distintas causas, fue localizado en el barrio capitalino de Añaza. Tras su detención, se le instruyeron las oportunas diligencias hasta su puesta a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Santa Cruz de Tenerife.

Hipólito Félix, se ha hecho acreedor de la fama de supuesto usurpador de funciones, ya que la mayor parte de sus víctimas han picado al creerse que están ante un verdadero servidor del orden.

Su táctica apenas ha variado en todo este tiempo puesto que en ocasiones se hace acompañar por el estafado ante una comisaría, normalmente de la Policía Local, según señalaron varias fuentes consultadas por este periódico.

Una vez llega a las dependencias deja al incauto al que se propone timar a las puertas de manera que pueda escuchar la conversación. De manera amable y tranquila pregunta como va el servicio y qué jefe está al frente de los mismos. Transcurridos unos minutos abandona las dependencias policiales, toda vez que su víctima ha podido escuchar que prácticamente le dan novedades.

Luego con un brazo por encima se hace acompañar de este hasta un bar, donde acuerda la entrega del precio estipulado por la compra del bien, normalmente un vehículo dado de baja. Con la disculpa de que va a buscarlo al depósito municipal desaparece y no vuelve más.