Un hombre de 74 años murió en Salamanca al averiarse el coche en el que era trasladado por un familiar a un centro hospitalario salmantino, tras resultar con graves heridas en una quema de rastrojos. El hombre estaba realizando una quema y como consecuencia del viento resultó herido con graves quemaduras. Un familiar decidió trasladarlo él mismo en su vehículo a un hospital ubicado a 66 kilómetros por carretera. Pero sufrió un pinchazo. Al llegar la ambulancia era ya tarde.