El desplome de la cota de nieve en muchos puntos de la Península Ibérica hasta menos de 400 metros provocó cortes en puertos y carreteras en un fin de semana invernal en el que se instaló el frío, el viento y olas de hasta seis metros. La borrasca dibujó un mapa de España inicialmente con 25 provincias en alerta naranja por riesgo importante de nieve, viento o fenómenos costeros.