La Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria valló ayer la acera que está pegada a la ladera del Castillo de Mata al ceder la malla metálica colocada hace unos meses tras un nuevo desprendimiento de rocas. Esta vez no hubo que cortar la carretera, pero las piedras han abierto un boquete en la malla que compromete la seguridad de la vía. De ahí el vallado provisional colocado por los agentes. Hay varias piedras de grandes dimensiones que están sueltas y que amenazan con caer a la acera, pues sólo están retenidas por la trama metálica. Una de ellas, algo más pequeña que las del desprendimiento principal, se coló por el agujero y llegó hasta la acera. No causó daños, pero tuvo que ser retirada por tres bomberos debido a sus proporciones. Informa: M. Reyes