Un taxista de 60 años, vecino de El Polvorín, sufrió sobre las 11.15 de ayer un atraco a punta de cuchillo cuando iba a dejar a dos supuestos clientes en la calle Dolly, que no tiene salida, y que está en el barrio de San Antonio, en Las Palmas de Gran Canaria.

El presunto atracador se llevó la recaudación (unos sesenta euros), además de 400 euros que estaban guardados en un sobre y el teléfono móvil. Los asaltantes eran un varón y una mujer de unos 30 años. El hombre vestía una sudadera con capucha y ella llevaba un moño en su cabello.

El profesional del volante, que denunció lo ocurrido ante la Policía Nacional, recogió a la pareja en la calle Don Pedro Infinito. "Al verlos en Pedro Infinito no me dieron mala espina y los llevé a la calle Dolly, como me pidieron", explicó a este periódico la víctima. "Al llegar a dicha calle, paré porque salía un coche, justo donde estaba la tienda que hace esquina. Les propuse que se bajaran por si tardaba en salir el coche. Ella me dijo que no, que tiene cojera y que prefería esperar. En esa calle, a la altura de la segunda escalera, el me agarró la cara con una mano y con la otra me amenazaba con el cuchillo en mi cuello. 'Dame todo lo que tengas, esto es un atraco", explicó el taxista.

Este conductor está convencido de que los que estaban en la tienda y en la puerta vieron a esta pareja. "Ellos los podrían identificar, lo más probable. Sabrán quiénes son. Yo les pido que telefoneen al 091. No les pasará nada. Que lo hagan para que no se vuelva a repetir y que otros conductores no pasen esta situación de riesgo", comentó.

"Estoy muy afectado moralmente. Llevo más de 20 años trabajando en esto. Estas situación me hacen sentir muy mal, muy impotente. Volveré mañana [hoy, para el lector] a trabajar, tengo que hacerlo. Pido a los políticos del Ayuntamiento que se preocupen más por los temas importantes, como la seguridad", concluyó.