Una joven detenida el domingo en Valencia por intentar robar bebés en el Hospital La Fe y en el Hospital General de Cartagena (Murcia) había sufrido dos abortos recientes, por lo que la policía sospecha que sufre algún tipo de trastorno psicológico derivado de esas pérdidas. La chica, T. V. S., de 21 años de edad, se vistió con una bata blanca para hacerse pasar por enfermera y fue habitación por habitación -dos en Cartagena y tres en Valencia- para hacerse con una criatura utilizando la excusa de que debía llevarse los neonatos para que fueran sometidos a una prueba protocolaria.

Fue precisamente el padre del niño asignado a la habitación 318 de La Fe quien dio la voz de alarma sobre las 19.30 horas del domingo. La ahora detenida entró en la habitación y anunció que tenía que llevarse al niño para realizarle unas pruebas. Cuando el padre preguntó, la joven ofreció respuestas incoherentes que lo alertaron hasta el punto de que le arrebató al pequeño de los brazos, tras lo cual ella huyó. El hombre alertó de inmediato a las enfermeras, que llamaron a los vigilantes de seguridad.

Entonces se supo que T. V. S. ya lo había intentando antes en la 317, pero en ese caso, la paciente ni siquiera había dado a luz, ya que está embarazada de siete meses. Antes de intentar escapar, aún lo intentó en una tercera habitación, de donde fue expulsada por los padres debido a la sospecha que levantó su actitud nerviosa.

Al verse acorralada, se escondió en un cuarto de baño, donde abandonó la bata blanca con el logotipo del hospital de Cartagena que había robado esa mañana. Allí la encontraron los vigilantes, que la retuvieron y avisaron a la Policía Nacional.

Al registrarle los bolsillos, encontraron un billete de autobús de Murcia a Valencia, que había llegado a las 15.00 horas, por lo que todo apunta a que viajó a la capital del Túria con la única intención de hacerse con un recién nacido. Los agentes hablaron con el hospital cartagenero y así supieron que lo había intentado con otros dos bebés en ese centro, pero fracasó porque la prueba médica que utilizaba como excusa para llevárselos ya se les había realizado, por lo que los padres no accedieron a sus pretensiones.

La joven, con antecedentes policiales no relacionados con el intento de sustraer a los menores, afirmó al Grupo de Menores (Grume) de Valencia, que ha asumido la investigación, que había sufrido dos abortos recientes y que esa era la razón por la que buscaba hacerse con un bebé.

La mujer detenida por la policía tenía tanta prisa por lograr apoderarse de un recién nacido que incluso instó a una mujer embarazada para que le entregara a su bebé. "Iba vestida con ropa de calle y una bata no muy bien puesta y nada más entrar preguntó que dónde estaba el bebé", relata Sonia, que se encuentra en el séptimo mes de gestación y a cuya habitación entró la presunta ladrona de bebés.

"Le dijimos que aquí no había ningún bebé y, al ver que estaba embarazada, dijo que se había equivocado y se marchó", explica esta futura madre.