El descuartizador de Majadahonda, el casero asesino, Bruno Hernández Vega, está convencido de que pertenece a una hermandad secreta llamada ER, a la que pertenecen Benedicto XVI y Escrivá de Balaguer. Se desconoce hasta qué punto este delirio le llevó a matar, descuartizar y triturar en una picadora industrial a sus dos supuestas víctimas -no se encontraron sus restos-, la inquilina argentina Adriana Giogiosa, de 55 años, y su tía, Líria Hernández, de la que no se sabe nada desde 2011.

El juez decidió llevar a un juicio con jurado popular al presunto descuartizador, de 32 años, como supuesto responsable de dos delitos de asesinato. En un auto fechado el pasado 29 de febrero, el titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Majadahonda acuerda la transformación de las presentes actuaciones en procedimiento ante Tribunal del Jurado. El magistrado estima que, además, concurren los delitos de falsedad documental, estafa y tenencia ilícita de armas.