La histórica actuación de los Rolling Stones en Cuba quedará asociada en la memoria de muchos españoles a un trágico suceso. El pasado viernes Javier Ramón Martínez Romero, de 43 años, y Eva Rodríguez Pérez, de 39, un matrimonio de Oviedo, circulaban en coche hacia La Habana, para asistir a la actuación del grupo británico, cuando encontraron la muerte en la carretera. Sus familiares recibieron la noticia el viernes por la tarde y el sábado salieron hacia la isla para hacerse cargo de los cuerpos de la pareja y recoger a su hija, la pequeña Alicia, de 5 años, que había quedado al cuidado de un matrimonio amigo, también español, mientras sus padres iban al concierto.

El matrimonio perdió la vida al colisionar contra otro vehículo, un autobús según versiones de algunos allegados, aunque la familia no confirmó este dato. Sucedió cuando circulaban en dirección a La Habana, en coche, para asistir al concierto gratuito que los Rolling Stones dieron el viernes en la ciudad deportiva de La Habana.

Al llegar a Cuba, donde su empresa participa en la construcción de varios hoteles, Javier Ramón Martínez Romero se instaló en Cayo Coco. Dejó en España a su esposa y a su hija, que aún era un bebé cuando él se fue. Quienes lo conocían cuentan que le pesaba la separación pero que, como era de esperar por su carácter extrovertido y animoso, se adaptó bien a sus nuevas circunstancias.

Cayo Coco

Transcurridos más de dos años, y en vista de que aún había trabajo para él en la isla, la familia decidió dar el paso de reunirse. Eva Rodríguez Pérez dejó su puesto en los Juzgados de Sevilla y emprendió el viaje a Cuba con su hija hace apenas un par de meses, el pasado enero. Acababan de instalarse en el nuevo destino de Javier Ramón Martínez, en un lugar próximo a Cayo Coco, donde él tenía su domicilio inicialmente, durante el tiempo que pasó solo en la isla.