El análisis de las cajas negras del Boeing 737-800 de Flydubai que se estrelló el 20 de marzo en el sur de Rusia con 62 personas a bordo, entre ellas dos tripulantes canarios, ha demostrado que los sistemas técnicos del avión no fallaron en ningún momento, informó hoy el Comité Interestatal de Aviación, que investiga la tragedia.

"Según el análisis preliminar de las cajas negras, hasta ahora no se han encontrado indicios de ningún fallo de los sistemas del avión", según un comunicado difundido por el organismo internacional.

Los expertos han indicado que el Boeing de la compañía árabe "había superado las inspecciones técnicas pertinentes y funcionaba correctamente en el momento del despegue" desde el aeropuerto de Dubai.

El equipo que trabaja con las cajas negras -integrado por técnicos de los Emiratos Árabes Unidos, Rusia, Francia y Estados Unidos- ya ha descifrado "más de una hora de las conversaciones (de la tripulación), incluido el tramo final del vuelo", agrega la nota.

El avión se precipitó bruscamente sobre el aeropuerto de Rostov del Don, tras estar dos horas y media dando vueltas sobre esa ciudad del sur de Rusia a la espera de que las pésimas condiciones meteorológicas permitieran su aterrizaje.

La mayoría de los expertos consultados por medios rusos ha atribuido el siniestro a un fallo humano y ha señalado que el mal tiempo -densa niebla, lluvia incesante y rachas de viento lateral de hasta 16 metros por segundo- aconsejaba desviar el vuelo a otra ciudad.

Dos de los siete miembros de la tripulación eran españoles: el copiloto Alejandro Álava Cruz y el sobrecargo del vuelo Xavier Alejandro Curbelo Caro, ambos naturales de Canarias.

Entre las azafatas y auxiliares de vuelo estaba la colombiana Laura Patricia Delacruz.

La mayoría de los pasajeros fallecidos eran rusos, prácticamente todos residentes de la región de Rostov del Don que habían viajado a los Emiratos Árabes como turistas.