La Guardia Civil recuperó con la colaboración de Interpol y las autoridades tailandesas en el Puerto de Laem Chabang, próximo a la capital tailandesa de Bangkok, cinco vehículos todoterreno de alta gama, cuatro de ellos sustraídos en Barcelona y Madrid, y un quinto en los Países Bajos. El destino final de todos ellos era Vietnam.

Para evadir los controles policiales y dotar a los vehículos de una apariencia legal, la red retroquelaba los bastidores originales de los vehículos, haciéndolos coincidir con documentación y placas de matrícula austriacas y alemanas, igualmente falsificadas, según la Guardia Civil.

La organización, búlgara, utilizó el puerto de Oporto, en Portugal, para embarcar los coches de alta gama en dos contenedores. Luego harían escala en los puertos de Algeciras (Cádiz) y Singapur, antes de ser interceptados a su llegada a Tailandia.