Joel Louis Gilbert Bourlard, el que era el hombre más buscado en Tenerife por los cuerpos de seguridad, pudo ser detenido ayer gracias a que abandonó su escondite, en la barriada de El Pinillo, en el municipio tinerfeño de Guía de Isora, para conseguir comida. Esto aseguraron ayer fuentes de la Guardia Civil, cuerpo que logró capturarlo eso de las 11.00 horas.

El belga, de 38 años y con antecedentes penales, era buscado en un gran operativo desde que el pasado 31 de marzo huyó cuando prestaba declaración en el Juzgado de Violencia de Género de Arona. Joel Louis aprovechó un receso para salir a la calle tras conocer que iba a cumplir una condena de nueve meses de prisión por quebrantar la orden de alejamiento que le impedía acercarse a la que había sido su pareja, la joven Ucanca González, a la que maltrató y amenazó de muerte.

Joel Louis Gilbert Bourlard iba encapuchado cuando fue localizado por agentes del puesto de Guía de Isora en el mencionado barrio. Al acercarse los agentes para identificarlo, echó a correr en dirección al cementerio del municipio sureño. En el camino fue interceptado y conducido al puesto de la Benemérita en Playa San Juan, donde se le tomó declaración.

Según las fuentes consultadas por este diario, el sospechoso llevaba al menos cuatro días encerrado en una casa de El Pinillo. Apenas había podido comer, por lo que tuvo que abandonar su escondite. En los primeros interrogatorios, la Guardia Civil quería saber dónde había permanecido desde que el 31 de marzo huyó de los juzgados y quién le había ayudado.

"Estoy más tranquila"

Ucanca González, la joven que desde la fuga de su exnovio recibía protección las 24 horas del día de una pareja de agentes del instituto armado, celebró ayer la captura de su maltratador. "Me alegra mucho y me da tranquilidad que haya sido por fin detenido pero sigo teniendo miedo a represalias", aseguró en sus declaraciones a este periódico.

Pero, acto seguido, denunció las pésimas condiciones en que se encuentra, sin una casa, acampando en una playa del sur de la Isla y sin apenas medios económicos. "Sigo estando en una situación desesperada. Las administraciones no me están ayudando y no sé cuánto voy a aguantar. Con 426 euros de paga y los graves problemas que sufrí con mi expareja me es imposible seguir adelante", subrayó. "No me extrañaría que hubiese encargado a alguien hacerme daño. No lo sé. Por lo menos ya está en manos de la Justicia, eso sí", afirmó.