Dos potentes terremotos en Japón, los mayores desde el que generó el tsunami de 2011, golpearon el jueves y el sábado el sureste del país. Hasta el momento han causado 35 muertos, millares de heridos y cientos de miles de desplazados.

El último y más poderoso, con 7,3 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, ocurrió en la madrugada de ayer con epicentro a unos 10 kilómetros de profundidad -relativamente cerca de la superficie- en la costa occidental de la isla de Kyushu, prefectura de Kumamoto.

Este segundo terremoto ha ocasionado hasta ahora 25 muertos y unos dos millares de heridos de diversa consideración, según el Gobierno japonés, que ha desplegado un contingente de 15.000 efectivos de las Fuerzas de Autodefensa para tareas de rescate que podría ampliarse a 20.000. Un primer seísmo de 7,0 grados de magnitud ocurrido el jueves en la misma zona ya causó diez muertos, 1.126 heridos en 13 municipios -de los que 171 son graves- y 44.400 evacuados. La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) consideró que ese terremoto fue el precursor y el de esta madrugada el principal al haber tenido una intensidad 16 veces mayor.

Los medios nipones han divulgado imágenes que dan fe de la magnitud del terremoto principal, como una instantánea de una descomunal falla de cientos de metros de longitud que ha dividido literalmente en dos el pequeño pueblo de Minamiaso. En el distrito de Aso, donde está esa aldea, el temblor llegó a alcanzar el nivel seis de siete. Emergencias trabaja para rescatar a personas atrapadas en las más de 50 casas derrumbadas.