El presidente de Ecuador, Rafael Correa, adelantó ayer su regreso al país para solidarizarse con las víctimas del terremoto y gestionar el estado de emergencia, el más fuerte que ha sacudido América Latina en las tres últimas décadas, con 2.235 muertos y 1.557 heridos hasta el momento.

Correa tenía previsto hacer escala sobre las 22.00 horas de ayer en el aeropuerto Tenerife Sur, una parada técnica que la delegación del mandatario ecuatoriano hace siempre en sus viajes entre Europa y Sudamérica, pero adelantó el regreso a Quito e hizo escala en la isla tinerfeña diez horas antes, sobre las diez de la mañana, con la finalidad de acelerar la vuelta y estar con sus compatriotas lo antes posible, según el cónsul de Ecuador en Santa Cruz de Tenerife, Guillermo de la Torre Fernández de Vega.

El seísmo, que alcanzó 7,8 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, cogió al presidente ecuatoriano en la Ciudad del Vaticano, tras viajar a Italia para participar en un foro que conmemora la publicación de la encíclica del papa Juan Pablo II Centesimus Annus, explica de La Torre. Hoy está previsto que visite la ciudad de Manta, una de las más afectadas por el terremoto.

El cónsul, que lleva ocho años asentado en Tenerife, lanzó ayer un mensaje de tranquilidad a los ecuatorianos residentes en Canarias, cuyo censo, si se tiene en cuenta la doble nacionalidad, ronda los 5.000. Por el momento no hay listas de damnificados ni referencias de isleños con familia en el norte de Ecuador, que es la zona más afectadas por el terremoto.

Número de emergencia

La embajada en Madrid ha puesto a disposición de los afectados un número gratuito para gestionar esa información, es el 900 935 930, al tiempo que un equipo trabaja con las autoridades españolas para identificar a posibles perjudicados. "Quiero solidarizarme con todas las personas que estén pasando por esta desgracia", añade Guillermo de la Torre.