El Ayuntamiento de Arona proporcionará nuevas viviendas a los vecinos del edificio del número 12 de la calle Amalia Alayón que lo han perdido todo tras el derrumbe del pasado jueves. Así lo confirmó la concejala de Vivienda, Fabiola Magdalena, durante la reunión que mantuvo ayer con los afectados. La medida sólo beneficiará a los propietarios de los inmuebles que tenían allí su residencia habitual y que no posean segundas viviendas. El Consistorio espera contar con el apoyo del Instituto Canario de la Vivienda y aún no está decidido si la medida se ejecutará facilitando pisos sociales a los afectados o a través del pago de subvenciones para la compra de pisos de mercado libre.

El Ayuntamiento ya ha comenzado a recopilar información para determinar el alcance de la medida teniendo en cuenta que solo 14 de los 28 apartamentos del edificio derrumbado estaban habitados y que siete de los residentes fallecieron en el suceso. Hasta que la administración local pueda darles una solución definitiva, que se prevé que requerirá cierto tiempo, los afectados seguirán hospedados en hoteles del municipio.

De momento, 90 personas continúan desalojadas entre vecinos del edificio que se desplomó y de los cuatro colindantes. Técnicos municipales acompañaron ayer a los residentes en estos bloques, ubicados en las calles Amalia Alayón y Valle Menéndez para que puedan visitar sus viviendas. Se espera que pronto puedan regresar a sus hogares al haber quedado recortado ayer el perímetro de seguridad de la zona cero, donde aún continúan las labores de desescombro con maquinaria pesada.

El Juzgado de Instrucción Número 3 de Arona, a cargo de la jueza Sofía Elena Valdivia, ha abierto una investigación para aclarar las causas del desplome del inmueble a las 09:31 horas del pasado jueves. Tanto vecinos como testigos del hecho han testificado ante la Policía Nacional. También han sido interrogados los obreros que trabajaban en la reforma de un local del bajo del inmueble. El Ayuntamiento ha confirmado que la licencia urbanística para realizar esos trabajos había sido denegada hace dos meses porque los técnicos consideraron que no era una intervención menor, como se pretendía, sino una obra mayor.

Después de un fin de semana de angustiosa búsqueda de supervivientes que se saldó con la confirmación de que las siete personas atrapadas bajo los escombros habían perdido la vida, Los Cristianos empezó a recuperar ayer la normalidad con la reapertura de casi la totalidad de los comercios afectados. Durante la jornada, declarada de luto oficial en todas las Islas por el Gobierno de Canarias, los rostros de vecinos, empresarios y autoridades reflejaban que la herida abierta por la tragedia de la semana pasada no será fácil de cicatrizar. El Centro Cultural, reconvertido durante estos días en epicentro del operativo de rescate y apoyo a las víctimas, fue escenario ayer de un conmovedor minuto de silencio en honor de los fallecidos. Al acto asistieron familiares de las víctimas, miembros del operativo de rescate, seguridad y emergencias, miembros de la Corporación aronera, alcaldes de ayuntamientos sureños y representantes del Cabildo tinerfeño y del Senado.

El alcalde de Arona, José Julián Mena, tomó la palabra aclarando que lo hacía como " un vecino más" para trasladar en nombre "miles de voces" su apoyo, solidaridad, pésame y condolencias a las familias y amigos de las víctimas. "Pero también estoy aquí para hablar en nombre de tantos que quieren agradecer al pueblo de Los Cristianos su infinito apoyo y afecto en estos días tan duros. Sus acciones demuestran los valores firmes y sólidos que definen a este pueblo", prosiguió Mena mientras las familias de los fallecidos, rotas de dolor, no podían contener las lágrimas. "Toda Canarias se siente orgullosa de los vecinos de Arona. Y nosotros queremos agradecer a toda Canarias que nos hayan arropado y ofrecido su ayuda", concluyó el alcalde ante una plaza abarrotada de gente que concluyó el acto con un cerrado aplauso.