García, subdirector de un hotel en Adeje, era muy conocido y querido en el municipio

"Qué tristeza señor", "qué buen chico era" o "no se lo merecía". Estas eran las palabras que se podían escuchar ayer entro los vecinos de Los Cristianos cuando el coche fúnebre en el que iba el cuerpo de su paisano, el empresario aronero Antonio García, continuo su marcha. Fue también en ese momento cuando el pueblo se arrancó a aplaudir. "Era una persona muy querida y conocida en el municipio", explicó emocionada una de las vecinas de la zona, Gloria Martín.

El coche había estado allí estacionado unos buenos minutos, con el tráfico parado y rodeado de cientos de personas, entre ellos el alcalde aronero, José Julián Mena, y varios miembros de la Corporación local. La presidenta del edificio derruido, Ánima Marrero, también estaba presente. "Acabo de volver de su entierro. La calle todavía sigue triste por lo sucedido", aseguró la isleña.

García estaba descansando cuando el edificio se derrumbó por causas que aún se desconocen. Tenía alrededor de 55 años y trabajaba como subdirector del hotel Bahía Príncipe (Costa Adeje). Hacía nacido en Arona y pertenecía a una familia muy conocida del municipio por su padre, de origen andaluz, que regentó varios locales gastronómicos en la localidad sureña.

Toni, como lo conocían todos en el municipio, estuvo en la lista de desaparecidos desde un primer momento porque su vehículo estaba aparcado a pocos metros de su vivienda y sus padres, que viven también cerca de la zona así como algunos vecinos, sabían con certeza que los jueves siempre libraba.