Un total de ocho personas, siete adultos y un menor de 16 años de edad, todos de la misma familia, murieron ayer en un tiroteo en cuatro casas del condado de Pike (Ohio, EE UU) y el autor o autores de la masacre están en paradero desconocido posiblemente armados, informaron las autoridades locales. Todas las víctimas pertenecen a la familia Rhoden y murieron de un tiro en la cabeza, algunos mientras dormían, según explicó en rueda de prensa el fiscal general de estado, Mike DeWine. Ninguno de los muertos cometió suicidio y no se arrestó a ninguna persona, por lo que las autoridades consideran que el autor o autores del tiroteo huyeron posiblemente armados y representan un peligro para la comunidad y, sobre todo, para el resto de miembros de la familia. Los únicos supervivientes del tiroteo fueron tres niños de cuatro días, seis meses y tres años respectivamente. Agentes de distintos cuerpos de seguridad trabajan desde primera hora de la mañana de ayer, primero en tres escenarios y después en un cuarto, todos situados en un rango de 48 kilómetros.