Lo que debía ser un viaje de placer a Cuba para asistir al enlace matrimonial de un allegado se ha convertido en casi una pesadilla para el tinerfeño Ricardo Rodríguez, vecino del municipio de Santa Úrsula, que está atrapado en la isla del Caribe porque las autoridades le han prohibido salir del país.

El motivo por el cual se le impidió subirse al avión para regresar a Tenerife el pasado 26 de abril no está muy claro, aunque puede tener que ver con un accidente de tráfico, sin consecuencias personales, que sufrió Ricardo durante su estancia de dos semanas en la isla caribeña. Las autoridades del país solo le han dicho que hay una multa pendiente por el siniestro, una sanción que no le habían comunicado ni tras el accidente ni en los días posteriores al mismo, solo cuando iba a subirse al avión, según denuncia Óliver H., quien sí pudo regresar a Canarias.

Ricardo Rodríguez viajó a Cuba el 13 de abril para asistir a la boda de Óliver H., residente en Tenerife y que contrajo matrimonio con la cubana nacionalizada española Lucinda R. Óliver H. indicó a Efe que para su boda, celebrada el 23 de abril, se desplazaron a Cuba ocho personas de Tenerife, incluidos los contrayentes y Ricardo Rodríguez y su novia Alba Y. E., y dos personas más procedentes de Austria.

Tras llegar a Cuba, el grupo de amigos alquiló cuatro vehículos para recorrer parte de la Isla. Así, el 17 de abril condujeron por La Habana, Viñales y Trinidad. Ese día se formó una tormenta con intensa lluvia mientras el grupo regresaba desde playa Ancón. La escasa visibilidad provocó que el coche conducido por Ricardo Rodríguez fuera embestido por un Chevrolet rosado antiguo en un cruce.

Óliver H., que viajaba con Ricardo Rodríguez en el vehículo siniestrado, señala que pasaron unas cuatro horas hasta que pudieron salir del lugar del accidente. Luego pusieron rumbo a la comisaría de policía más cercana, un pueblo llamado Casilda, al sur de Trinidad. Hasta el lugar se desplazaron oficiales uniformados, una técnico de la policía y un perito de la compañía de seguros, quienes comprobaron que únicamente había daños materiales.