Agentes del puesto de la Guardia Civil en el Puerto de La Luz y Las Palmas han procedido en los últimos días a desarticular un grupo de personas que había desmantelado al menos cinco embarcaciones atracadas en el Muelle Deportivo de Las Palmas de Gran Canaria. El cuerpo de seguridad estatal ha detenido a tres personas, según indicaron las fuentes consultadas por este periódico, que precisaron a su vez que no se descartan nuevos arrestos relacionados con estos hechos delictivos.

Las sustracciones se habían producido a lo largo del presente año. Los presuntos autores de estos robos aprovechaban la nocturnidad para acceder a los pantalanes, que se mantienen cerrados durante todo el día y sólo se puede acceder a ellos a través de unas tarjetas acreditativas, y entrar en las embarcaciones deshabitadas. De su interior arrancaban todo tipo de objetos, como detallaron las fuentes cercanas al caso. "Se llevaban cañas de pescar, instrumentos de navegación como GPS, equipos electrógenos... todo aquello servible que había dentro de las naves", indicaron.

Tras las correspondientes denuncias, los agentes del instituto armado comenzaron una investigación para tratar de identificar a los ladrones que habían cometido los robos. Las pesquisas dieron sus frutos durante las últimas semanas, cuando se procedió a la detención de tres personas como presuntas autoras, a las que se les imputa un delito de robo con fuerza en las cosas. Asimismo, la Benemérita logró recuperar gran parte del material sustraído.

La operación llevada a cabo por los funcionarios destinados en el puesto del Puerto continúa abierta, por lo que en los próximos días se podrían producir nuevos arrestos en relación a estos hechos.

Esta es la segunda investigación de este tipo que esclarece la Guardia Civil del Puerto durante el presente año. Ya el pasado mes de marzo se arrestó a un total de ocho personas por robar piezas de metal del pesquero Isadora, atracado en el muelle Reina Sofía, para después venderlas en la ciudad.

Entre los apresados se encontraban dos marineros que, junto a una veintena trabajadores, se hallan en el recinto portuario abandonados ya que el armador del buque aún no les ha pagado el salario de los últimos meses.

Entre las piezas sustraídas había varias de bronce de un peso estimado de 40 kilogramos, pertenecientes a un motor de refrigeración del referido buque.