Las inusitadas altas temperaturas y los fuertes vientos dificultaron ayer las tareas de extinción del incendio que obligó a evacuar unos 70.000 habitantes de la ciudad canadiense de Fort McMurray, en el noroeste de Canadá. Otras 18.000 personas de localidades cercanas fueron también evacuadas a centros al norte y sur de la ciudad, situada a unos 2.600 kilómetros al noroeste de Toronto. Las autoridades pidieron a la población calma y una evacuación ordenada.