La sorpresa ha sido generalizada, no sólo entre los profesores y los cuerpos de seguridad del Estado de Málaga, si no muy probablemente en todo el país por la astucia de esta madre y por la situación tan grave en la que estaba. Estaba secuestrada en su propia casa por su marido, de 52 años. Esta mujer no podía salir a la calle sola, ni tener teléfono móvil, ni conectarse a Internet si no le daba permiso su marido, que en la actualidad está detenido. Desde hacía años recibía brutales palizas.

Esta vecina de Benalmádena, en la provincia de Málaga, alertó de que sufría maltrato por parte de su pareja. Ella lo dio a conocer mediante una nota que incluyó entre los deberes de su hijo.

Una profesora que revisó los deberes de su hijo fue la que se topó con el mensaje y acto seguido llamó a la Policía.

Ante el alto riesgo que corría la víctima, la Policía optó por hacer salir de casa al presunto maltratador. Para ello, convocó a ambos padres a una tutoría en el colegio. Cuando llegaron sólo la mujer entró en la reunión mientras él se quedó fuera esperándola. En el colegio la esperaba la policía, que se entrevistó con ella.

La víctima relató todas las vejaciones a la que era sometida y los policías pudieron comprobar la existencia de hematomas. Acto seguido los agentes detuvieron a su pareja acusado de un delito de malos tratos en el ámbito familiar.

El subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, aseguró ayer miércoles a los periodistas que la mujer presuntamente sufría malos tratos físicos y psicológicos de su pareja, que "se ha acreditado que había ciertos hematomas y señales evidentes de maltrato físico" y que "se ha podido constatar que se trataba de un caso de violencia de género".

El hombre, de origen uruguayo, fue puesto a disposición judicial y ha quedado en libertad, aunque con la medida cautelar de la orden de alejamiento y portando un dispositivo electrónico que se le ha colocado a modo de control, con lo que, según Briones, "la medida de protección policial a la víctima se ha garantizado".

El subdelegado ha destacado también "la inteligencia de la víctima al denunciar de esta manera, a través de los deberes del hijo, su situación, que ha puesto en alerta a todo el sistema".

Ha añadido que "desde la propia docente a la Policía Nacional y el sistema judicial han funcionado" y se ha conseguido "preservar a través de esas medidas provisionales la integridad de la víctima y asegurar el alejamiento del presunto agresor".