La reciente muerte en extrañas circunstancias de un adolescente de 15 años que trabajaba en un taller de confección de ropa en el sur de China desató una campaña en esa zona industrial, para luchar contra la explotación infantil. Wang Ningpan fue hallado muerto el 11 de abril en un apartamento de alquiler junto al taller donde trabajaba en Foshan (provincia de Cantón), con un horario de más de 12 horas y tan sólo dos días libres al mes, según contó su compañero de piso.