Un hombre de unos 70 años y de origen peninsular estranguló, en la noche del miércoles, a su pareja en el barrio de Cuesta Piedra, en Santa Cruz de Tenerife. Esta muerte es la primera víctima mortal por violencia de género que se produce en Canarias en lo que va de año. La Policía Nacional detuvo al hombre, acusado de matar presuntamente a su pareja, que cumplía 51 años en junio. Fue el presunto asesino, cuyas siglas son D. R. S., informó de los hechos a los agentes alrededor de las siete de la mañana, aunque e la agresión se produjo la noche anterior. La investigación está dirigida por el Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía.

La pareja residía en la calle José Luis de Miranda desde que estas viviendas fueron entregadas a los vecinos en febrero del año 2013, como parte de la reposición del barrio.

Los vecinos de esta zona de Cuesta Piedra explicaron ayer que la mujer asesinada, cuyas iniciales son M. C. G. D. y que era conocida como La Corucha, ya había presentado denuncias previas por malos tratos reiterados, la última en diciembre de 2015. Los responsables policiales consultados apuntaron que existe constancia desde el año 2000 y que estas eran mutuas; sin embargo, nunca se habían tomado medidas al respecto. M.C.G.D. estuvo catalogada en riesgo alto como potencial víctima de violencia de género pero poco después descendió hasta el nivel medio.

La muerte de la mujer se produjo después de que ella encerrara a su compañero en el baño, según el relato de lo ocurrido. El delegado Gobierno en Canarias, Enrique Hernández Bento, explicó ayer que el presunto autor de los hechos se encuentra detenido en las dependencias policiales y que será puesto a disposición judicial.

Los vecinos aseguraron que la pareja estaba desempleada y solo percibía pequeñas pensiones, aunque los habitantes de esta zona coinciden al señalar en que el presunto asesino era quien gestionaba todo el dinero.

Los dos eran toxicómanos desde hacía años y habían pasado varios periodos de su vida encarcelados en la prisión Tenerife II. Las discusiones eran constantes, pero el último mes la situación se había agravado, y las peleas eran más violentas y frecuentes. Durante estos enfrentamientos, no era raro que cada uno de ellos tirara diferentes enseres por las ventanas de la vivienda, como raquetas, platos, cuchillos e, incluso en la última semana, también habían tratado de lanzar al vacío una nevera. Asimismo, hace pocos días, la mujer recibió una puñalada en la pierna por parte de su pareja. La mujer caminó por las calles de Cuesta Piedra con la pierna ensangrentada pero no denunció la agresión ni acudió al médico para ser tratada.

La fallecida era madre de cuatro hijos pero ninguno de ellos vivía con ella en la actualidad. El mayor tiene unos 30 años y el más pequeño, que es el único fruto de la relación entre M. C. G. D. y D. R. S., unos seis años. Fue el que durante más tiempo permaneció con la madre, alrededor de un año, antes de que perdiera la custodia.

La Corucha paseó por el barrio de Cuesta Piedra de Santa Cruz de Tenerife pocas horas antes de ser asesinada. Destacan todos aquellos que la vieron, "iba muy guapa, estaba arreglada y llevaba dos vasos con café en la mano". En el paseo, un comentario llamó la atención: "Lo encerré en el baño y coloqué un mueble delante de la puerta, así que hoy no me mata". A pesar de todo, él consiguió salir del aseo y se repitió la discusión. Y esta vez, la mató.