El futbolista Rodrigo Espíndola, que militaba en el club Nueva Chicago, de la segunda división del fútbol argentino, fue asesinado la madrugada de ayer tras recibir un disparo en el abdomen al intentar defender a su familia durante un asalto frente a su casa, en el oeste de la provincia de Buenos Aires.

El defensor, de 26 años, fue sorprendido por dos ladrones cuando intentaba entrar a su vivienda, en Monte Grande, junto con su esposa y su bebé de seis meses, que se encuentran bien, informaron fuentes policiales. Tras recibir un balazo en el abdomen, Espíndola fue trasladado al hospital Santamarina, donde falleció.

El jugador se inició en Chacarita Juniors y luego pasó por Racing, donde jugó en el equipo de reserva, y luego fue transferido a Nueva Chicago.