El actor británico Burt Kwouk, conocido sobre todo por su papel de sirviente del conocido inspector Clouseau en las películas de La pantera rosa, falleció ayer a los 85 años, informó su agente, quien no precisó las causas.

El intérprete intervino, junto con Peter Sellers, en siete películas de la franquicia de La Pantera Rosa y se le recuerda, además, por su incursión en la serie emitida por la cadena pública británica BBC Last of the summer wine, desde 2002 hasta 2010.

En esa serie interpretaba al electricista Entwistle, un papel que fue pensado específicamente para él.

Nacido en Manchester (norte de Inglaterra), pero criado en Shanghái, fue condecorado en 2011 con la Orden del Imperio Británico, un reconocimiento asignado por la reina Isabel II por sus logros artísticos.

El agente del intérprete anunció la noticia de su fallecimiento en un comunicado, en el que señaló que Kwouk, "tristemente, falleció en paz", sin detallar la causa de la muerte y agregó que la familia "celebrará un funeral privado, si bien habrá un servicio de tributo en una fecha posterior".

Entre otras apariciones notables de Kwouk en la gran pantalla, el actor inglés participó también en películas de la popular saga del agente secreto británico James Bond, como Goldfinger y Solo se vive dos veces.

También tenía una larga carrera en televisión, con actuaciones en numerosas series como The Avengers y Doctor Who.

Había nacido en Manchester en 1930 y se había criado en Shanghái hasta los 17 años, cuando sus padres, de origen asiático, decidieron volver a Inglaterra. Su carrera a fines de los años 50 empezó en la televisión británica, donde participó en un puñado de series. Después incursionó en el cine y en 1964, en Un disparo en la oscuridad, de Blake Edwards, interpretaría por primera vez el papel que hace que hoy se le preste atención a su muerte en todo el mundo.

En una de las secuencias más populares en las que intervino en La Pantera Rosa, el inspector Clouseau era atacado inesperadamente en su departamento. La lucha se prolongaba durante unos minutos, lo suficiente como para que parte del mobiliario resultara destruido. De repente, la pelea era interrumpida por el ring del teléfono: el atacante, que no era otro que Cato, el fiel ayudante del inspector, atendía ("residencia del inspector Clouseau") y le pasaba servicialmente el auricular a su jefe.