Las seis personas detenidas el pasado fin de semana por la Guardia Civil por la supuesta relación con la finca Casa Teo, en Arucas, se encuentran en libertad tras haber comparecido ante el juez de guardia del municipio aruquense. Los detenidos de la banda de Casa Teo controlaban una finca en la que supuestamente se consumía y vendía drogas y mujeres ejercían la prostitución.

Los seis investigados, con edades entre 21 y 56 años, entre ellos el propietario de la finca, Teodoro Guerra, están pendientes del desarrollo del caso en el juzgado y de la celebración del juicio. Están acusados de supuestos delitos contra la salud pública y prostitución.

Los agentes de la Guardia Civil efectuaron el pasado sábado 21 de mayo un registro en la finca de Casa Teo, dentro de la operación denominada Guincho. Guincho Los agentes investigaban las actividades de esta vivienda de Arucas desde que en 2015 falleció el vecino de la capital grancanaria Fran Almeida, de 31 años, al caer desde una altura de cuatro metros, durante una fiesta ilegal, sin autorización municipal.

En el último registro, los investigadores incautaron 5.200 euros, así como diferentes dosis de hachís, cocaína, metanfetamina, heroína, marihuana y pastillas de éxtasis y 11 botes de popper. Los guardias también identificaron en la finca a cuatro mujeres, de diferentes nacionalidades, que supuestamente ejercían la prostitución.

Durante la investigación, los funcionarios reunieron pruebas para demostrar que en Casa Teo se organizaban fiestas privadas en las que se vendía droga y había prostitución. La noche en que el vecino de la capital murió en Casa Teo se celebraban en la finca seis fiestas, la despedida de soltero a la que él asistía, y cinco cumpleaños más.

Las pesquisas de la Guardia Civil se desarrollaron durante un año y partían de una buena base, ya que los expedientes de supuestas irregularidades cometidas en la finca se acumulaban en el Ayuntamiento de Arucas y las denuncias de vecinos era conocidas. La benemérita descubrió que la organización de fiestas sin licencia municipal se remontaba a 2011. El propietario de Casa Teo alegó que en la finca se realizaban fiestas, aunque no se despachaba ni comida ni bebida, por lo que no hacía falta licencia.