Un tiroteo en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) dejó ayer dos muertos, informó el Departamento de Policía de la ciudad. El autor de este tiroteo se suicidó tras matar a una persona.

Estas dos muertes a tiros, un homicidio y un suicidio, en una dependencia de la UCLA, provocó ayer miércoles un fenomenal despliegue de fuerzas de seguridad en el campus angelino y una situación de alerta táctica en toda la ciudad, en tensión tras el ataque del pasado diciembre en San Bernardino.

Pasado el mediodía local, el jefe de policía de Los Ángeles, Charlie Beck, informó de que se trataba de un homicidio y un suicidio, que la situación estaba bajo control y que no había ningún tirador activo en las dependencias el campus. Se trata de dos hombres de los que no trascendió su identidad ni motivos. El arma fue hallada junto a ellos. "No existe amenaza", declaró Beck ante un despliegue de seguridad que hacía temer lo peor.

Desde poco antes de las 10:00 horas y durante dos horas y media, el campus de UCLA estuvo en estado de emergencia, con todas las entradas y salidas cerradas, ante la posibilidad de que hubiera una persona armada disparando en su interior. La policía confirmó una hora después que había dos víctimas mortales y buscaba a un supuesto tirador pasillo por pasillo.

La policía respondió a una llamada alertando posibles disparos en el taller de ingeniería, en una instalación conocida como Ingeniería IV. La primera información sobre la situación la dio una cuenta de Twitter de emergencias de la universidad.