El joven de 16 años que el pasado lunes, supuestamente acabó con la vida de su progenitor, Silva Augusto Cado, de 37, en el interior de la vivienda que ambos compartían en Tenerife, ingresó ayer en el Centro de Medidas Judiciales de Valle Tabares, en régimen cerrado, según confirmaron fuentes cercanas al caso. Después de su confesión a la Guardia Civil, todo discurrió tal y como era de esperar a las 15:30 horas de ayer, tras prestar declaración durante la mañana ante el Fiscal de Menores de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.

El joven que descuartizo a su padre con una radial y metió sus restos en dos maletas que arrojó al mar es una persona fría, metódica y calculadora y que siempre estaba solo, muy callado, según apuntaron fuentes de la investigación. Así se desprende del hecho de que fue sorprendido arrojando a la basura un colchón con restos de sangre.

Además, pintó parcialmente la habitación donde supuestamente lo mató tras acuchillarlo. Luego lo desmembró y para ello empleó una radial que su progenitor tenía en el domicilio, donde residían hacía tres meses. El brasileño había llegado a la Isla hace un año. Su cuerpo acabó en dos maletas que su hijo arrojó en la playa de Valleseco, una de las cuales fue localizada a ocho metros de profundidad.

También se preocupó de limpiar toda la casa, todo ello con el fin de borrar cualquier rastro y de esta manera dificultar la labor de la Benemérita, ya que probablemente la habitación donde troceó a su padre acabó convertida en un charco de sangre. Fue en este momento, siete horas después del hallazgo cuando los agentes que tenían controlado el domicilio se lo toparon arrojando diversas pruebas a la basura. La cabeza del padre, localizada en esta segunda maleta presentaba un fuerte golpe con hundimiento craneal. Se cree que es probablemente la causa de la muerte. El menor relató que mató a su padre debido a que lo sorprendió con una 'piedra' de hachís y eso le enfureció, por lo que iniciaron una discusión. A continuación lo golpeó con un martillo en la cabeza, lo que le hizo perder la consciencia y después le clavó un cuchillo en el pecho.

El menor, según el ordenamiento jurídico español no puede cumplir más de ocho años de internamiento dado que tiene 16 años. Una vez haya cumplido la mayoría de edad, pudiera seguir cumpliendo la condena en una centro penitenciario.

Uno de los tíos del menor trató de entrevistarse con su sobrino, pero no fue posible. El hermano de Silva Augusto Cado llegó el miércoles procedente de Madrid donde reside con el fin de hacerse cargo de los restos de su hermano y de los trámites burocráticos.