Una agente de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria apagó ayer el incendio que se desató en una vivienda de la capital grancanaria. La agente, que estaba fuera de servicio, no dudo en poner a salvo a la vecina y volver al piso con un extintor para controlar el fuego hasta que los bomberos se hicieron cargo de la situación.

Ambos mujeres, la propietaria de la casa y su rescatadora, tuvieron que ser trasladadas por el Servicio Canario de Salud (SUC) al Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, donde quedaron ingresadas por una intoxicación de humo.

El incendio se originó sobre las 09.00 horas en un quinto piso de la calle Emilio Arrieta, en el barrio capitalino de La Paterna, al parecer porque la duela de la vivienda se había dejado un caldero al fuego.

La cocina quedó prácticamente calcinada y el resto de la casa sufrió daños importantes debido a la gran cantidad de humo generado. En total intervinieron tres unidades del parque central de bomberos, con ocho efectivos al frente.

Cuando llegaron los bomberos a la calle Emilio Arrieta, relevaron en las labores de extinción a la agente de policía, que había sacado de la vivienda a su vecina y volvió a entrar con un extintor para sofocar las llamas, según explica el cuerpo local de seguridad en su cuenta de Twitter. La agente, en esos momentos, no se encontraba de servicio. Sus compañeros le deseaban ayer una pronta recuperación. La intoxicación por humo no parece de gravedad, según el diagnóstico inicial realizado por el personal del SUC.

En la playa de Vargas, en el Sureste, los bomberos de Arinaga emplearon 500 litros de agua al quemarse varios contenedores.