La Policía Nacional asesta un golpe en el sur de Madrid a una red dedicada a producir y distribuir tucibi, una novedosa droga sintética conocida también como la "cocaína rosada" o la "droga de la élite", comercializada en polvo o pastillas de colores llamativos.

Nueve detenidos y dos laboratorios desmantelados en Getafe y Arroyomolinos es el saldo de una operación que alcanzó incluso a un grupo dedicado a organizar eventos musicales en Madrid o Ibiza con el objeto de comercializar esa droga, de gran aceptación entre la población colombiana.

En la operación se han intervenido varios kilos de cocaína, además de metanfetamina, ketamina y sustancias de corte, según informa la Policía.

Precisamente, este golpe se ha difundido al día siguiente de que fuera detenido en Colombia Alejandro Arboleda Uribe, alias Alejo Tucibí, considerado el creador de esta droga de colores vivos conocida como 2CB, tucibi o simplemente tuci.

Las primeras indagaciones llevaron a los agentes hasta la localidad madrileña de Arroyomolinos, desde donde al parecer operaba una organización que se dedicaba a elaborar y distribuir estupefacientes.

Los investigadores identificaron tres núcleos dentro de la misma, unidos entre sí por vínculos familiares o afectivos.

Al frente de la primera de estas células estaba una pareja colombiana afincada en Arroyomolinos que, con la participación de varios empleados, controlaba las actividades relacionadas con el tráfico de cocaína. También se comprobó que el grupo disponía de un laboratorio para adulterar esta droga en una vivienda de Getafe (Madrid), vigilado permanentemente por alguno de sus colaboradores.

La segunda unidad estaba integrada por tres personas, un hombre y dos mujeres, también de origen colombiano, que gestionaban otro laboratorio donde elaboraban tucibi de manera artesanal, para posteriormente comercializarlo en discotecas y locales de ocio de Madrid, Málaga, Alicante e Ibiza.

Para la distribución utilizaban el sistema conocido como 'delivery' un método cada vez más utilizado en los barrios de Colombia, y que consiste en el reparto bajo pedido de la cantidad exacta de estupefaciente a un lugar convenido previamente. De esta forma los distribuidores no acumulan cantidades importantes de droga, evitan incautaciones importantes por parte de la Policía y pueden alegar que es para consumo propio.

El tercer grupo se dedicaba a la organización -sin las autorizaciones pertinentes-, de eventos musicales en diferentes locales públicos de Madrid e Ibiza, con el objetivo de promocionar el consumo de tucibi. De hecho, parte de los beneficios obtenidos con el narcotráfico, los habían blanqueado con la adquisición de una propiedad enMóstoles, donde pretendían organizar este tipo de fiestas. Y los investigadores averiguaron que miembros del grupo se iban a trasladar a Ibiza para distribuir allí estupefacientes.