Aún no se han apagado los ecos del macabro hallazgo del cadáver de un ciudadano brasileño, supuestamente asesinado por su hijo y troceado, que arrojó en dos maletas al mar en la playa de Valleseco, cuando en la tarde de ayer, siete jóvenes que paseaban por el Barranco de Santos, en los bajos del puente Javier Loño, en las proximidades del Hospital Psiquiátrico de Santa Cruz de Tenerife, se tropezaban con dos petates militares en cuyo interior había un cadáver troceado. En el primero se encontraba el cráneo que conservaba la dentadura y al que le faltaba un trozo en su parte superior. En el segundo estaba el tronco y donde había restos de carne y sangre.

Los jóvenes pusieron los hechos en conocimiento del 112 y desde la sala se envió al lugar a dos motoristas de la Unipol que se vieron apoyados por otros efectivos de este cuerpo. Minutos más tarde hacían acto de presencia tres radiopatrullas del Cuerpo Nacional de Policía y otro de la Científica, así como el coche fúnebre de traslados judiciales. Los petates fueron analizados por los agentes y conducidos al Instituto de Medicina Legal para la práctica de la autopsia.

Los jóvenes Iván, Alejandro, Andrés, Javier, Braian, Kevin y Víctor relataron que "cuando vimos el primer petate lo levantamos y salió el cráneo. Luego nos acercamos al segundo, lo movimos y le dimos una patada y vimos que era el resto del cuerpo con sangre y lleno de gusanos. Además, estaba envuelto en una bolsa plástica. Entonces fue cuando decidimos llamar al 112. Daba la impresión como si lo hubiesen tirado desde lo alto del puente".

Precisamente en este barranco de la capital tinerfeña se originó ayer un incendio en el que los sanitarios del Servicio de Urgencias Canario (SUC) atendieron a dos mujeres por sendas crisis de ansiedad, aunque ninguna de ellas preciso de una evacuación hasta un centro sanitario, según informó el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad.

En las tareas de extinción participaron los bomberos del Consorcio de Emergencias de Tenerife. Además, miembros del cuerpo de Protección Civil de Santa Cruz de Tenerife también colaboraron con las tareas para tratar de sofocar el fuego, así como ambulancias del SUC.