La tierra se movió ayer en la Vega de San Mateo, pero ni en el casco urbano ni tampoco en la iglesia de Las Lagunetas se apreció temblor alguno. El seísmo de 3,8 grados, cuyo epicentro se ubicó en las proximidades del barrio de La Lechuza, sólo se sintió en Casas del Camino, un conjunto de viviendas situado en el Valle de Agaete.

El movimiento sísmico se produjo 12 horas, 32 minutos y 33 segundos de este domingo a 43 kilómetros de profundidad, según la información aportada ayer por el Instituto Nacional de Geografía (ING). En aquel momento se celebraba la homilía en el barrio de Las Lagunetas por las fiestas de Los Indianos. "No me enteré de nada. A esa hora estaba en misa en Las Lagunetas y los compañeros que subieron de San Mateo tampoco nos comentaron nada", apuntó ayer el alcalde de la vega, Antonio Ortega, quien se enteró del pequeño seísmo a través de la llamada de este periódico.

En Agaete tampoco fueron muchos los que sintieron el movimiento. Desde la Policía Local aseguraron que no recibieron ninguna llamada relacionada con este fenómeno natural. Los agentes señalaron que habían escuchado que se había producido otro terremoto de 4,1 grados en este municipio, información que también aseguraron desde el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112 que se había producido. Sin embargo, el IGN sólo registraba durante la jornada de ayer un único seísmo localizado en San Mateo.

Aquel 28 de octubre de 2003

No es la primera vez que las tierras de este municipio de las medianías de Gran Canaria se estremecen. A las 22.40 horas del 28 de octubre de 2003 fue epicentro de otro seísmo que tambaleó localidades de Santa Brígida, Telde, Arucas, Moya y Las Palmas de Gran Canaria. En aquella ocasión, la población sintió el movimiento, que a pesar de que era de menor intensidad que el ocurrido ayer ya que alcanzó una magnitud de tres grados, estaba a una profundidad de cuatro kilómetros por los 43 de este domingo.

El último movimiento que hasta ahora se había percibido en la Isla se produjo el 10 de agosto de 2011 cuando un seísmo de 3,4 grados localizado en el mar, a ocho kilómetros de la costa de Castillo del Romeral, alertó a los vecinos de media Isla.