"Si antes pensaba que ponerse el cinturón de seguridad era importante, ahora pienso que es imprescindible". Este es el consejo que lanzó ayer Luis Leonardo, el conductor de un camión que el pasado lunes sufrió un aparatoso accidente en la autopista del sur (TF-1), a la altura del Polígono de La Campana, cuando su vehículo sufrió una avería y cayó desde la carretera que discurre en paralelo a la citada autopista quedando el camión en posición vertical -como se muestra en la fotografía que acompaña a esta información-. Leonardo desmintió lo que en los primeros momentos se comentó sobre el suceso y es que "no circulaba por el puente que cruza la autopista" para luego caer desde esa altura, sino por la autovía anexa a la TF-1 cuando sufrió la avería que provocó que su camión "entrara en combustión".

En declaraciones a Radio Club Tenerife, Luis Leonardo dio "gracias a Dios por poder contar" el accidente que sufrió en la mañana del lunes pasado, a la altura de Boca Cangrejo. "Si todos están contentos, imagínese cómo estoy yo", refería el accidentado.

Leonardo, antes de relatar cómo había sucedido el accidente del que salió ileso, quiso corregir algunas informaciones que se dieron en algunos medios de comunicación. "Escuché en la televisión la noche del lunes que si me había caído con el camión desde el puente, que si se barajaba que podía ir a mucha velocidad, que si me habían sacado del camión los bomberos". "Quiero aclarar que ni me caí del puente ni me sacaron los bomberos, aunque agradezco a los medios de emergencia, tanto a los bomberos como a las ambulancias, su labor".

Según contó Luis Leonardo, circulaba por la autopista TF-1 y cuando se disponía a tomar el cambio de sentido hacia el Polígono de La Campana para efectuar la recogida de mercancía, su vehículo comenzó a desprender un intenso humo blanco. "Comenzó a echar una cantidad de humo tremenda y entró en combustión hasta el punto de que le quité la llave del contacto para intentar que la aceleración no siguiera subiendo, pero sin llave y sin nada, el camión seguía acelerando de forma brutal".

Añade que su primera intención fue echar el camión hacia la derecha, dirigirlo a una explanada de tierra, pero debido a la gran humareda que se había formado, los vehículos intentaban a adelantarme por la derecha y lo único que se me ocurrió en ese momento, en cuestión de segundos, fue rozar el vehículo contra la valla del lateral izquierdo de la carretera, teniendo especial cuidado de no caerme, como al final pasó".

Leonardo continuó con su explicación en la que detalla que dejó arrastrar el vehículo unos diez o quince metros por la valla hasta que se encontró con un poste de la luz. "Creí que se iba a quedar parado ahí, pero fue el impacto que dio contra ese poste de la luz lo que provocó que se levantara el camión y se cayera del muro abajo".

"Más que reflejos, tuve suerte", reconoce este profesional del transporte. "Primero, porque llevaba el cinturón de seguridad puesto y eso fue fundamental", consideró durante la entrevista. "Si antes creía que era importante (llevarlo puesto), ahora pienso que es imprescindible", reveló y añadió que "el cinturón de seguridad salva más de lo que quita (en comodidad)".

"Lo único que se me ocurrió fue fijar las manos de tal manera al volante, que tengo resentidas las muñecas, pero fue para flexibilizar el impacto que iba a sufrir contra el asfalto y, afortunadamente, salió bien".

Una vez que el vehículo quedó inmóvil sobre la cabina, en posición vertical, Luis Leonardo, aseguró que reaccionó con rapidez para quitarse el cinturón e intentar salir del camión lo más rápido posible porque lo que en ese momento más temía era que pudiera empotrarse otro vehículo que circulara por la TF-1 sin poder frenar a tiempo y que lo que no le pasó en el camión, pudiera ocurrir con un accidente secundario en el que además podrían haber otras víctimas.

"Dios no lo quiso así, no hubo ninguna víctima" en este accidente, ni hubo ninguna colisión posterior producto de este incidente, destaca.

Cuando llegaron las ambulancias al lugar del accidente, los sanitarios preguntaron que dónde estaba el conductor del camión siniestrado, y fue el propio Luis Leonardo quien contestó que era él, pero que como había podido salir por sus propios medios, se había puesto a dirigir el tráfico advirtiendo del obstáculo del camión en el carril de la autopista.

Sorpresa

"A los equipos de emergencias les sorprendió que no estuviera herido", comentó. No obstante volvió a referirse a que su principal temor, durante la maniobra previa a tener el accidente, era que "el camión no pudiera frenarse, que continuara por la vía y comenzara a descender por la bajada hacia Radazul".

Reiteró que, pese a que lo que primero hizo cuando apareció el humo del motor fue quitar las llaves del contacto, "el camión a pesar de que quedó en vertical sobre la autopista, continuó en marcha con una alta aceleración durante unos cinco minutos más, con la transmisión trasera girando las ruedas", recordaba. Luis Leonardo, incluso, señaló que los equipos de emergencia le preguntaron por qué seguía funcionando el vehículo, y él no supo dar una respuesta más que decirles que ni siquiera tenía el contacto encendió, que le había quitado las llaves para intentar calar el motor, pero seguía en marcha, sin que pudiera encontrar una explicación para ello.

"Lo primero que se me pasó por la cabeza fue que me iba a matar y pensé que, si Dios quiere voy a ser abuelo pronto, y no iba a llegar a ese acontecimiento". "Se pasan muchas cosas por la cabeza, pero no sufrí ni un arañazo", concluyó.