"Cuando me llegó la primera foto pensé que era una tomadura de pelo. La enviaron al grupo del dominó y creí que al abrirla me iba a salir algún tipo de broma", relata Pablo García en la barra del bar Cruz de Toledo de Buenavista del Norte. "Después me llegaron unas cuantas más y me di cuenta de que la cosa iba en serio", añade de inmediato.

Y es que ayer, en Buenavista, no había bar donde no se escuchara la misma conversación. Desde que entraba un cliente nuevo, se oía: "y a ti, ¿no te pilló?". Miguel Bethencourt no estaba en Punta de Teno el martes pero su hija, sí. "Fue a darse un baño con el novio y allí se quedó", revela el buenavistero. Bethencourt sostiene que muchos vecinos suelen ir a la costa a darse un remojón. "Aquí el tiempo está malo pero allí siempre hace sol", añade.

En la barra del bar, los clientes se van sumando a la conversación. "¿Y cuándo llegó a casa?", le pregunta otro vecino a Bethencourt. "Cuando me avisó era la 1:30 de la madrugada", contesta. El buenavistero asegura que su hija lo pasó "un poco mal con el helicóptero". "Le daba miedo. Era la primera vez que se subía. Ni siquiera había cogido un avión antes", explica. Bethencourt señala que el coche se su hija se ha quedado atrapado al otro lado de la carretera. "Lo necesita para trabajar pero, por suerte, le han prestado uno", apunta.

Los vecinos auguran que este nuevo corte de la carretera de acceso a Punta de Teno "traerá tiempos difíciles para el municipio". "Si no se puede pasar para la costa para disfrutar del sol y el mar, la gente se irá para el Sur y por aquí no pasará nadie", señala Bethencourt. El tinerfeño lamenta que "los negocios volverán a caer en picado". "Yo tenía una empresa en la zona y el cierre de la vía para las obras de refuerzo de las laderas me perjudicó bastante", añade.

Unos y otros comentan la peligrosidad de esta carretera. "Cuando hace viento o está lloviendo es un riesgo pasar por allí", reconoce Bethencourt. Para los vecinos, ni las mallas de contención podrían sostener un derrumbe. "Si hay un desplome, no lo aguanta nada", afirma otro de los clientes. Allí, en el Bar Cruz de Toledo daban suerte de que el desplome no hubiera ocurrido un fin de semana. "Si ayer habían 60 coches, un domingo pueden haber hasta 500. Y encima, para la próxima semana querían hacer una embarcación de la Virgen del Carmen en la Punta. Menos mal que no coincidió", sostienen.

Los buenavisteros reconocen que la noche del martes fue "algo movida". "Se oían helicópteros y se veían luces de acá para allá hasta bien entrada la madrugada", relata García. Algunos hasta reconocieron las voces de sus vecinos. "El que grabó el vídeo del coche fue Siderito El Chatarra", apuntan.