Agentes de la Patrulla Fiscal Territorial (Pafite) de la Guardia Civil encontraron en la mañana de ayer el cadáver de la turista francesa de unos 30 años que el pasado jueves desapareció después de ser arrastrada por la corriente cuando se bañaba en la playa de Jarugo, situada en el municipio majorero de La Oliva. El cuerpo fue recuperado por miembros del Servicio de Emergencias del Cabildo de Fuerteventura e izado por el helicóptero del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES) del Gobierno de Canarias.

El hallazgo se produjo sobre las nueve de la mañana cuando el dispositivo de búsqueda se encontraba en unas calas situadas al sur del punto donde fue vista la fallecida por última vez. Los guardias civiles dieron la alerta, avisando en un primer momento a los miembros del citado cuerpo de seguridad insular, quienes se encargaron de mantener el cuerpo a flote hasta la llegada del aparato aéreo, como informó ayer el coordinador insular de emergencias, Fran Torres.

El cuerpo fue trasladado hasta el aeropuerto de Fuerteventura, donde la comitiva judicial levantó el cadáver para que se le realice la correspondiente autopsia.

La turista se encontraba de vacaciones en la Isla en compañía de su novio, con el que se encontraba el pasado jueves bañándose en la citada playa. Según indicaron las fuentes consultadas, ésta se introdujo en el agua y fue arrastrada por la corriente. Su pareja tuvo que caminar durante varios metros para alertar a los servicios de emergencia porque, además, en la zona no hay cobertura para los teléfonos móviles. La búsqueda se inició el mismo día, participando en las mismas cuatro componentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, quienes se sumergieron durante las jornadas del viernes y el sábado sin éxito. Asimismo, en el dispositivo de rastreo actuaron un helicóptero y una embarcación de Salvamento Marítimo. El cuerpo finalmente fue hallado tres días después del suceso.

Por otro lado, Salvamento Marítimo rescató en la tarde de ayer a un submarinista en apuros cuando se encontraba en las aguas de la Avenida Marítima de Las Palmas de Gran Canaria, a la altura de los juzgados. Un viandante que se percató de la situación se lanzó al mar para ayudarle, manteniéndolo a flote hasta la llegada de la patrullera Salvamar Nunki y el helicóptero Helimer 210. Los tripulantes de la embarcación fueron los encargados de rescatar al buzo y a la persona que se había tirado al mar, trasladándolos a ambos hasta el Puerto.

El afectado se encontraba consciente en todo momento y en aparente buen estado de salud, como informaron fuentes del organismo estatal, aunque fue atendido por técnicos de una ambulancia de soporte vital básico del Servicio de Urgencias Canario (SUC).